Vivir con alguien con mal gusto para decorar
¿Tienes el reto de vivir con alguien que no tiene el mismo gusto que tu? Decorar un espacio compartido con alguien que tiene gustos diferentes puede ser un desafío. Pero tranquilo… Bylmo te da algunos consejos para encontrar un terreno de paz para tu hogar.
Decorar una casa con alguien que tiene mal gusto puede ser un desafío, pero hay formas de abordarlo de manera colaborativa para lograr un resultado que sea agradable para ambos. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte:
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Comunicación abierta:
Es importante establecer una comunicación abierta y respetuosa con la otra persona. Expresa tus ideas y escucha las suyas. Trata de entender sus preferencias y encontrar puntos en común.
Una buena forma para simpatizar con el estilo de alguien más es intentar entender porque disfruta tanto de sus gustos, qué cosas de su infancia o historias personales le motivan a tener esta clase de gustos, recuerda que nuestras preferencias son el reflejo de nuestras vivencias y perspectiva de vida.
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Encuentra un tema neutral:
Busca un tema o estilo decorativo que sea neutro y que ambos puedan tolerar. Por ejemplo, elige colores suaves y muebles simples que puedan adaptarse a diferentes estilos.
Esto lo puedes conseguir haciendo un tablero digital en pinterest o cualquier otra herramienta, de manera física pueden recortar y pegar referencias de revistas y demás.
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Define áreas personales:
Permítele a cada persona tener un área o habitación que pueda decorar a su gusto personal sin interferir en el resto de la casa. De esta manera, cada uno puede tener un espacio propio para expresarse sin afectar el estilo general.
Si eres muy controlador sabemos que permitir esto puede ser muy perturbador para ti, pero si eres un adulto, muy seguramente vives con esta persona por elección y si lo hiciste es porque hay un cariño especial hacia esta persona, compartir hogar es compartir vidas así que recuerda esto, “LE AMAS” pues que sea feliz, que sean felices.
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Colores y textiles:
Si la persona tiene preferencias de colores o patrones que no te gustan, puedes buscar formas de incorporarlos en elementos más pequeños, como almohadas, cortinas o accesorios decorativos. Esto permite añadir su toque personal sin alterar en gran medida el ambiente general.
Recuerda que la clave está en el diálogo, la paciencia y el compromiso mutuo. Trabajar juntos para encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes puede resultar en una decoración equilibrada y armoniosa.
Ingresar a tu hogar podrá ser toda una experiencia, cuando tus amigos o familia te hagan la visita podrá identificar las personalidades, gustos y preferencias de quienes habiten el espacio y si logran un buen trabajo de unión, sin duda serán un referente de una buena relación. Será divertido disfrutar de sus múltiples gustos en un solo lugar.